Cuando leemos en voz alta se percibe un silencio especial y ese suspiro final, al conocer el desenlace, no tiene precio. Como tampoco lo tiene la lectura de un cuento a un niño pequeño acurrucado en tu regazo, ese calorcito... no se puede describir con palabras.
Compartir la historia y esa frase "No pases de hoja, que todavía no he acabado" es otro momento de lectura impagable.
Os dejo algunas ilustraciones de lectura en compañía.
El amor se comparte siempre. El amor a los libros también debe ser compartido :)
ResponderEliminar